El pasado sábado 10 de agosto, el Parque Olímpico de la Juventud, de la ciudad de Buenos Aires fue el escenario de un evento lleno de tradición, disciplina y cultura, albergando el Segundo Torneo de Karate Do y Kobudo de la escuela Shin Shu Kan. Este torneo, que reunió a competidores de diversas provincias como Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, Entre Ríos, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, destacó no solo por el alto nivel técnico, sino también por la camaradería y el respeto mutuo que caracterizan a estas disciplinas marciales.
Tambien se conto con la presencia de nuestro maestro y director de nuestra escuela, Sensei Héctor González Cevallos y los Kodanshas David Oro, Fernando Raffo, Gustavo Antonelli, Rafael González Becerra, Sergio Cechet, Abel Rosales, Fernando Collazo, Carlos Colombo y Emiko Ganico
Desde las 9:00 hs., se realizó el inicio de las competencias. Los participantes, demostraron su dedicación y habilidades en las distintas modalidades de Karate Do y Kobudo.
A las 12:30 hs., se llevó a cabo el acto de inauguración, un momento solemne que marcó el ritmo y la seriedad del evento. El ingreso de las banderas de ceremonia de Argentina y Japón, acompañado por la entonación de los himnos nacionales de ambos países, subrayó la unión de culturas y la importancia del respeto en el camino del Karate Do.
Durante el acto, los instructores Ariel Fellay y Fernando Raffo dirigieron unas palabras de agradecimiento a los presentes, resaltando el esfuerzo y la dedicación de los competidores, árbitros organizadores y familiares que hicieron posible este encuentro. Sus palabras fueron un recordatorio del espíritu de superación y el valor de la perseverancia que define a los practicantes de nuestra escuela
Como cierre del acto inaugural y antes de retomar las competencias, los asistentes pudieron disfrutar de un emotivo show de tango, un homenaje a la cultura argentina que sorprendió y emocionó a todos los presentes. Este interludio cultural fue un hermoso complemento a la jornada, recordando que ambos artes comparten un mismo camino.
Finalizado el acto, las competencias continuaron con mayor intensidad, demostrando la pasión de los competidores, quienes demostraron que el verdadero espíritu del karate, en cada paso y en cada gesto.
