Nos transmitió y desarrolló en cada uno de nosotros "un poder interior", capaz de orientarnos con todo su conocimiento y sabiduría en el camino de la práctica de este hermoso Arte Marcial del Karate-Do y Kobudo. Nos transfirió todos los valores éticos y todas las tradiciones de los grandes maestros de Okinawa, formando discípulos, que hoy no sólo se preocupan por enseñar las distintas técnicas de los katas con sus bunkai, sino también hacer discípulos en la vida, con todo lo que ello implica.
Como Padre:Ayudó a sus hijos a elegir su camino y a que puedan recorrerlo con fe, firmeza y determinación. A ser ordenados y disciplinados en todos los ámbitos – familia, escuela, doyo, etc. – mejorando la interrelación con los que nos rodea.
Nos enseñó a hacer todo de la mejor manera posible, sin aprovecharse de nadie en ninguna ocasión.
Nos enseñó a ser fiel y leal tanto a su Sensei como a sus compañeros.
Nos enseñó con su palabra y ejemplo a practicar el bien y a amar la verdad.
Nos enseñó ser cortés (Reigui), ser sincero (Shisei), ser esforzado (Doryoku), ser responsable (Sekinin) y ser alegre (Meyro).
Nos brindó la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto.
Nos dio la confianza de abrir nuestro espíritu sin ser forzado, reconocer y mostrar que cada uno tiene derecho a elegir su propio camino sin ser juzgado ni reprobado.
Nos dio la confianza para aprender de nuestros errores y levantarnos de nuestras caídas.
Como persona:Nos enseñó a amarnos y a amar a los demás.
Nos enseñó a ser felices, a descubrir, sentir, valorar y disfrutar cada momento de nuestra vida, con mucho Meyro.
Nos enseñó a cultivar el respeto, la bondad, la sabiduría y la amistad.
Nos enseñó a aceptar, colaborar y respetar a los demás.
Queridos amigos y compañeros del “Do”, jamás olviden todo lo que nuestro Gran Maestro nos legó, nos enseñó a cada uno de nosotros y nos hizo sentir como personas únicas y diferentes a los demás.
Llevémoslo por siempre en nuestros corazones y transmitamos con fe, energía y mucho amor todos estos aprendizajes de vida que nos dejó, y sigamos unidos en esta senda del karate-Do y Kobudo.
¡Domo Arigato Yoshihide Shinzato Dai Sensei!
Nancy Viviana Cattaneo
5º Dan Renshi
Shin Shu Kan Argentina
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